Un Chino Santandereano de 500 años que se Resiste a Desaparecer Gracias al Aporte de Corpoica - 28 de Julio de 2014

2014-07-28
Un Chino Santandereano de 500 años que se Resiste a Desaparecer Gracias al Aporte de Corpoica - 28 de Julio de 2014

​Es una raza bovina criolla, antigua, que se origina de los animales procedentes del Viejo Continente hace 500 años traída por los colonizadores españoles, de color entre rojizo y amarillo, dócil, de pelaje fino, y con gran capacidad para el trabajo pesado. Excelente para el trabajo por su fortaleza para la carga y tiro, pero también capaz de producir carne y leche de alta calidad. 

Esas son solo algunas de las características más destacadas del ganado de raza chino santandereano que por estos días lucha con su pasado para no desaparecer pues se estima que actualmente existen cerca de 300 ejemplares en el departamento de Santander.

Con el propósito de proteger al chino santandereano, hace un mes representantes de los productores de Santander, Fedegán, Asocriollo, la Secretaría de Agricultura de Santander y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica), conformaron una mesa técnica en el municipio de San Gil, en la que se evaluaron algunas propuestas para rescatar esta raza de las fauces de la extinción. Lo que se pretende es promover y aumentar la cantidad de ejemplares tanto en Santander como en algunas zonas de Antioquia.

Quienes aun conservan ejemplares, son un puñado de privilegiados productores que tienen presente la historia de la raza desde hace muchas generaciones. Es el caso de don Benjamín Afanador que tiene su ganado en la finca Paramera de la vereda El Salitre que hace parte del municipio de Barichara. De 70 animales, 53 son chino santandereano. “Esta finca fue una de las pioneras de la raza, es un tema ancestral. Era de la familia Patiño que se caracterizó por décadas como criadora del chino, con reconocimientos y medallas obtenidas en certámenes departamentales y nacionales, pero llegó el día en que los estímulos se acabaron y estos animales comenzaron a desaparecer del paisaje. Yo adquirí la finca en 1994 con el fin de mantener la pureza del chino”.

Las características de un ganado productivo y dócil por excelencia, eran tan evidentes que don Benjamín no podía permitir que desapareciera. “En el 94 tenía entre 40 y 45 cabezas de chino, un toro muy bonito y cerca de 28 novillos y terneros. Qué mansedumbre, especialmente para el ordeño o también cuando había una vaca recién parida e incluso cuando se enfermaban. Si los comparamos con los cebúes, ahorramos costos en el manejo. La producción de leche es muy buena. Cada uno me produce entre 5 y 9 litros diarios, además son doble propósito, la carne es muy apetecida, porque es abundante y viene con poco hueso, es blanda. Es una raza que por ser antigua es la más aclimatada en la región y como si fuera poco es más resistente a las enfermedades”, comentó Benjamín Afanador.

Según Carlos Lucero, investigador Ph.D. de Corpoica y Coordinador del Banco de Germoplasma Animal, esta raza contribuyó al desarrollo de la región por su fuerza y producción. “Hace un año se propuso la conservación de esta raza, teniendo en cuenta  el peligro de vulnerabilidad actual en el que se encuentra. Existe menos de mil animales en reproducción, condición que según la FAO la clasifica como una raza en peligro de extinción”, explicó Lucero. 

A partir de este año se destinaron recursos para iniciar un proceso de documentación de la raza y establecer relación con los productores actuales. Corpoica va a iniciar con actividades de caracterización de la raza y con la creación de un banco de ADN que permita mediante herramientas moleculares establecer el grado de consanguinidad de la población. De esta manera se puede establecer la variabilidad genética de los animales escogidos y dirigir los apareamientos con el fin de evitar que se incrementen los índices de parentesco. Igualmente, se tiene previsto la congelación de material seminal a reproductores con el propósito de preservar ese material genético en el Banco de germoplasma in vitro para que pueda ser utilizado en la reproducción y repoblamiento de la raza. Corpoica tiene previsto para los próximos años iniciar el proceso de conformación de un núcleo de conservación de la raza integrado al Sistema Nacional de Bancos de Germoplasma del país.

Cuando escuchamos la historia de un productor como Carlos Rueda, entendemos que estamos frente a un patrimonio familiar que data de hace 200 años. Este productor recibió un legado que desde hace 25 años mantiene. Hoy son 80 ejemplares del chino santandereano que engrandece la producción en San Gil y sus alrededores. Y la historia la tiene muy presente. “Hace 500 años comenzó su proceso de formación en el país en nuestras tierras santandereanas, en la vereda La China. En 1935 cuando llegó el Cebú, este dio origen al F1 ideal para algunos en la producción doble propósito, nunca se valoró que el 50% de su raza era criolla”, relata Rueda.

Para don Carlos, sus “chinos” son especiales porque se adaptan a las condiciones climáticas extremas. “Llevamos 6 meses de sequía y el ganado se mantiene fuerte. Mis toros pueden servir hasta 12 o 13 años y resisten mejor las enfermedades. Ahora, valiéndonos también de la tecnología en sistemas, empleamos un software con el que monitoreamos algunas características del animal como la edad de destete que es a los 8 meses”, afirma orgulloso este productor santandereano.

Para Carlos Rueda, es un verdadero logro la conformación de la mesa técnica que busca darle mayor impulso a la especie, capacitar a los productores, y finalmente garantizar que se utilice este recurso genético en favor de la ganadería nacional. 

Un chino con historia

El proceso de difusión de bovinos traídos al nuevo mundo, se inició entre finales del siglo XV y comienzos del XVI con los conquistadores españoles. El cruce entre bovinos de la península ibérica de las razas Gallega, Andaluza Negra, Pirenaica, Tundaca, Berrenda Andaluza, Cacereña y Murciana dio origen a las razas criollas que se adaptaron a las condiciones tropicales del medio en el que evolucionaron, desarrollando características fisiológicas propias. Se considera que el chino proviene de las razas Gallega, Tundaca y Pirenaica, aunque no solo estas tuvieron influencia en el chino, también otras criollas como el Casanareño, el Venezolano Limonero y el Costeño con Cuernos (Costa Atlántica).

Entre las características más sobresalientes están: su constitución vigorosa y sana dada por su adaptabilidad a zonas montañosas con altas temperaturas, sin embargo, no sufre de estrés calórico como otras razas de zonas templadas; tiene capacidad para soportar la pobreza de los suelos y los pastos de Santander, y digiere fácilmente los forrajes toscos. Es rentable en relación con los costos de producción, alta tolerancia a las enfermedades; longevidad, baja mortalidad y morbilidad, así como alta fertilidad. Algunos animales pueden llegar a vivir hasta 20 años o más, como es el caso del productor Benjamín Afanador quien disfruta de tener un ejemplar con una veintena de años y continúa recibiendo tantos beneficios.

En el Plan de Acción de los Bancos de Germoplasma que administra Corpoica, se incorporó la caracterización genética del chino santandereano. Es un proceso que apenas comienza pero que seguramente entregará resultados satisfactorios al país y especialmente a los productores de Santander y parte de Antioquia.
  
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Mauricio Lengua M.
Coordinador de Divulgación y Prensa Corpoica
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